De tradición y culto ancestral, de creencia pura en los espíritus que protegían las cosechas y todo lo que habitaba la tierra. La Madre Tierra, representa la deidad femenina que cuida a sus hijos en los andes peruanos y así en la ciudad del Cusco cada 1 de agosto se celebra el día de la “Pachamama”, palabra quechua que significa Madre Tierra y que a pesar de los siglos, mantiene el sentimiento místico de los incas.
El ritual central a la Pachamama consiste en el pago, que inicia el primer día de agosto y continúa por todo el año y consiste en una serie de ritos y pasos complejos pero que reflejan la tradición que los antiguos pobladores de los andes han dejado como herencia a sus descendientes .
Los quechuas, Tiawanaku y otras etnias agricultoras, agradecían a la tierra sacrificando camélidos para derramar su sangre en señal de agradecimiento, entre otros ritos, ofrecían hojas de coca, conchas marinas, mullu y principalmente el feto de una llama, según sus creencias, esto aseguraba que la cosecha nunca se acabara.
Con la venida de los españoles y con el exterminio de toda creencia que no fuera la católica, la Pachamama se vio perseguida y obligada a ser disfrazada e invocada muchas veces a través de figuras católicas
Actualmente se conserva la tradición en las comunidades quechuas y aimaras tanto así que hoy por hoy podemos ver familias que han mezclado perfectamente el cristianismo y las creencias de sus ancestros lo que permite una experiencia llena de tradición a todo aquel visitante que desee pasar momentos llenos de magia y cultura.